Importancia del uso de jabones suaves en el baño de tu bebé

Es importante mantener la piel del bebé limpia para evitar infecciones. Pero la limpieza deberás hacerla con geles de ducha o jabones suaves.

Un jabón suave es aquel que nos ayuda a eliminar los gérmenes patógenos pero sin agredir ni alterar el equilibrio natural de la piel, es decir, conservando el pH, el manto hidrolipídico y las enzimas naturales de la piel de manera intacta.

El manto hidrolipídico, también conocido como manto ácido, corresponde a la capa más externa de la piel, compuesto por una emulsión natural rica en ácidos grasos, sudor y agua que mantiene a la piel humectada, regula el pH y nos protege del incremento de hongos y bacterias.

Los jabones tradicionales tienen propiedades emulsionantes, espumantes y detergentes pero presentan algunos inconvenientes. En primer lugar son sustancias alcalinas, por lo que producen una variación del pH fisiológico de la piel (5,5), produciendo un desequilibrio que provoca la alteración o eliminación del manto hidrolipídico, la transformación de la capa córnea de la piel, la modificación de la estructura de la queratina y la alteración de la flora bacteriana que se encuentra a pH ácido y evita que proliferen los gérmenes patógenos. Además en presencia de agua dura los jabones alcalinos forman sales que se precipitan sobre la piel formando una capa irritante, que puede ocasionar picor.

Por el contrario, los geles de ducha y champús formulados para la limpieza de la piel del bebé mantienen la capa hidrolipídica de la piel así como el pH fisiológico, por lo tanto no alteran la flora bacteriana cutánea. El uso de productos con Dexpantenol además aporta protección, suavidad y evita la deshidratación de la delicada piel del bebé.

Si utilizas productos formulados específicamente para la piel frágil y sensible propia de ésta edad, lograrás una limpieza adecuada, suave y respetuosa de la piel frágil de tu bebé.